Eduard Munch


El grito.


1893
En el Grito podemos ver cómo una figura humana, situada en el centro, se tapa los oídos y grita.
Su rostro, que recuerda a una calavera, y su cuerpo, están completamente deformados, como también lo está el espacio que lo rodea.
Un poco más atrás, hay dos personas de negro, anónimas, que intensifican la inquietud de la escena.

Si queréis ver alguna obra de Munch, visitar el Museo Thyssen Bornemisza.  


Impresionismo y aire libre.
De Corot a Van Gogh
Del 5 de febrero al 12 de mayo de 2013



Trabajos realizados por los alumnos de 3º. Curso 13 14